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Felicidad sin seis tazas de café
-Estoy dejando el café, ya sólo tomo dos o tres tazas –murmuraste, mientras me veías con tus ojos que sugerían que haga lo mismo. -No lo voy a dejar, lo sabes, necesito mis seis tazas de café para sobrellevar el día y a los idiotas de mi trabajo –respondí, con el mismo tono con el…